miércoles, 27 de abril de 2011

Más de piratas.


Estaba la televisión prendida mostrando un programa en donde se llevaba acabo la entrevista a un funcionario del gobierno¿? Al parecer, por lo que dijo, está a cargo de la defensa de la propiedad intelectual. Hablaba de lo malo que es la piratería. Casi pedía una guerra contra ella. Yo hasta salí a quemar mis playeras sin etiquetas y de las que no tengo factura de centro comercial avalado, por si las moscas.
Pues bien ya voy de metiche, ¿cual piratería? Que propiedad intelectual.
Bueno, el dijo algo de que defendería lo que la ley defiende. ¿Quién hizo esas leyes y para proteger qué?
¿Quién protege mi propiedad intelectual? Nadie, porque no existe manera de protegerla.
Cuando iba hacer mi trabajo de tesis se me ocurrió leer las leyes de patentes, y me encontré cosas cómo que no se podía patentar aquello que fuera obvio, ¿Para quién? Todo descubrimiento resulta obvio una vez hecho. O lo que fuera fácil de duplicar.
 A partir de ese momento me quedó claro que lo que yo patente lo explotará quien pueda violar lo que quiera y ese no voy a ser yo. Las patentes son tan inútiles aquí en México, que aquellos que tienen patente para ejercer una profesión; cualquier pinchurriento reglamento la ignora, no pudiendo ejercerla. Incluso le exigen certificación para ejercerla.
Así es que esto de la piratería ya estaba empollándose desde hace mucho.
Arriba de México existe un país, sí al norte, que piensa que todo puede tener propietario, y que ese dueño debe, claro está, ser de los que viven allá.
Por lo que pienso, luego existo, que los “Mexicanos” que defienden la guerra contra la piratería ya no lo son, porque al defenderla están defendiendo al que nos roba por costumbre. Sí creen defender a los mexicanos, están bien confundidos.
Búsquenle, aquí en el blog, hay más al respecto se llevarán algunas sorpresas.

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