viernes, 24 de febrero de 2012

Quitando árboles.


El mundo moderno puede presumir de una inagotable producción científica, o sea de  muchos inventos, pero pocos ciudadanos del mundo podrán adjudicarse al menos uno. Son solamente un pequeño grupo de individuos pensantes quienes han logrado estos avances en la ciencia.
Por otra parte, el resto de la población podría pavonearse de ser quienes patrocinan todas estás investigaciones y producción científica. Eso sí, que para esta segunda parte lo que menos se requiere es inteligencia.
¡Ya estoy en el piso en el que quería posesionarme por un momento!
La población de Chilpancingo, salvo muy, pero muy pequeñas excepciones podría colocarse fácilmente como los del segundo grupo; y con méritos dignos de premiación. Casi todos sus ingresos se los gastan en tecnología de punta, aunque no la necesiten; peor aun, ni siquiera saben utilizarla.
Pero que se lo gasten o no; no viene al caso, a fin de cuentas, para lo que quiero platicarles. Pues bien, quiero hablarles de la parte entupida de la población y de la más retrogradas de sus gobernantes, nuestros "lideres" para que no se sienta que me zafo, aunque yo no los puse ni me los enjareto.
Resulta, que en una pequeña área, pública desde luego, que no llega ni a representar un porcentaje significativo de la ciudad, les dio por talar los árboles que durante muchos años nos han privilegiado con su paisaje, su majestuosa presencia y fresca sombra.
Primero el Flamboyant o tabachín; que por cierto, está en riesgo de extinción: 



Como pocos repelamos, después el guamúchil:
árbol propio de México, que es abundante, pero de muy lento crecimiento, hermoso que no por ser común deja de serlo, además da frutos nutritivos. Claro, ahora les dan despensas, por eso nadie se preocupa por ellos, antes se los peleaban.
 Posteriormente el tulipán de la india o africano, también abundante y fácil de reproducir:

 tarda años en crecer; ya enorme, muestra su belleza una vez al año, con su floración abundante y hermosa, pueden verla en el primer plano de la foto de este blog.

Ahora siguieron con toda la pequeña selva de la foto:

 con ceibas, este árbol sagrado para nuestros ancestros, ahora talado sin piedad por algunos retrasados mentales.

Me quedo con la sensación de vejado, por una sociedad animal que solamente piensa en el último modelo de la marca de sus autos.
Todos los árboles atrapan carbón, ayudando al ya denigrado clima terrestre; además, de que bien utilizados nos pueden dar  otros beneficios.

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