viernes, 6 de abril de 2012

Las cuirias.





Realmente los juguetes han existido desde tiempos remotos, ya los niños egipcios tenían juguetes y también los niños de otras culturas antiguas.
Aunque eso que mencioné es indiscutible, la manera de jugar y los juguetes varían de acuerdo a la situación económica y costumbres del lugar donde se encuentran los niños, así como también de la época.
Cuando yo era niño, los faraones; éjele, me los llevaba al baile, no había faraones en mi infancia, esos fueron posteriores, en mis tiempos de niños no existían gobernantes solamente unos adultos latosos que a ciertas horas nos gritaban para comer y dormir.
Salvo en las horas de clase en la escuela, donde el juego se hacía a espaldas del maestro, todo el demás tiempo era de juego pleno. Gran parte de mi infancia la viví, casualmente, en la misma colonia en la que ahora vivo, pero entonces era nueva y la primera de este lugar, muchos baldíos en y alrededor del territorio, no existían calles pavimentadas salvo la única avenida de Chilpancingo que pasaba en los límites orientales de la colonia.
Las calles bien podrían parecer lechos de arroyos secos, llenos de guijarros, arena y excrementos de los animales que era costumbre rondaran en el pueblo, ya era capital del estado pero seguía siendo pueblo.
Regresando a los juegos. Miren, llegábamos de la escuela tirábamos el morral en el cuarto y corríamos a buscar a los cuates para jugar, los juegos eran por temporada y a veces por moda, así que el más recurrido eran las cuirias o canicas, que las jugábamos casi todo el año, mi casa era una de las canchas preferidas después del frente de casa de Nando, también nos poníamos a jugar en frente de la casa de la Profa. Mica, tía de Héctor, y en donde ahora pasa la avenida Ignacio Ramírez. Preferíamos suelos que pavimentos.
Le dedicaré líneas para explicarles como era esta manera nuestra de jugar canicas, algo sofisticado y divertido, existían algunos más talentosos que otros y a quienes les decíamos que eran vagos para jugar. El juguete básico eran la esferitas de vidrio llamadas canicas, pero también eran válidos, además de apreciados, los balines esas esferas de acero que se utilizaban en los cojinetes de los autos y otros rodamientos.
Las canicas, se valían de diferentes tamaños incluso unas enormes llamadas bombonas. Básicamente eran tres tamaños: la normal; la más usada y dos mayores. Existían a veces algunas más pequeñas que las llamábamos tiritos, esas eran codiciadas porque se utilizaban  como tiros, éstas eran las canicas que cada jugador tenía como arma. Los colores también importaban, estaban los ponches, que eran de un solo color vivo opaco; las atigradas, que semejaban la piel de tigre; las agüitas, tenían bajo valor: dos por una de las otras, eran transparentes de un solo color; los tréboles que eran transparentes con una flor turbia de varios colores en el centro; también existían las de barro que eran las menos deseadas, pero si acaso se llegaban aceptar eran cinco por una de las otras, nadie las quería porque las quebraban quienes usaban balín de tiro. Las canicas debería estar sin desportilladuras, las desportilladas y quebradas nadie las quería al menos que fuera un tirito. 
Que curioso ahora que estoy describiendo el juego me doy cuenta que son muy parecidos a los electrónicos. Continuamos, El juego no tenía límite máximo de jugadores podrían ser tantos como quisieran, pero sí que al menos tuvieran que ser dos como mínimo, no recuerdo que alguien jugara en solitario, salvo que lo hiciera para practicar. 
Ahora las reglas, el juego le llamábamos rombo, porqué para jugar lo primero que hacíamos era dibujar esa figura en el suelo, como el juego se efectuaba en la tierra, se utilizaba un palito de paleta, de los que había muchos tirados por doquier, para dibujarlo. La técnica era la siguiente: se pintaban dos líneas paralelas y después en diagonal otras dos cruzando las primeras. Como pueden imaginarlo, al centro quedaba dibujado el rombo, le borrábamos después las líneas sobrantes con la mano y el rombo quedaba ad hoc. Se hacía del tamaño, según el número de jugadores y la cantidad de la apuesta inicial. A sí, porque se me olvidó decirles que se apostaba, no dinero, aunque a veces, si alguien ya no tenía canicas, podía poner el valor de la canica en lugar de ellas, así es que dentro del rombo se ponían todas las canicas apostadas; incluyendo el dinero; después, a cierta distancia del rombo (unos dos metros o diez pasos) se marcaba una línea recta, que era la línea de tiro. Desde el rombo cada quien tiraba su canica de tiro hacia esa línea y según quedaban de cerca era su turno en el juego. 
La técnica para tirar la canica es importante; de ahí depende la puntería y potencia del tiro, además del éxito para ganar el juego. La canica se sujeta en los dedos índice medio y pulgar, de la siguiente manera: poniendo la mano hábil hacia arriba,  con los dedos juntos; sobre la línea que une al medio con el índice a la altura de la segunda falange se coloca la canica, después con el dedo pulgar, usando la primer falange del lado de la uña se golpea la canica de esa manera es como ella sale disparada al lugar que uno quiere, algunos la aprietan con la uña y con ella le pegan; a esos, es a los que se les dice que tiran de uñita a los otros, que utilizan la parte de la falange que no tiene uña, son los de huesito.
Para tirar existe una regla, debe usarse la otra mano como burro y no debe moverse la mano de tiro, ni despegarse del burro solamente debe moverse los dedos, si se hace mal se dice que hizo popochas y pierde su tiro. Eso es todo con respecto a como tirar.
El juego consistía en sacar las canicas del rombo, ya que se obtenía una canica del rombo se iniciaba una guerra para acabar con los contrincantes ejecutándolos, pegándole a la canica de los contrincantes, con la propia canica usada para tiro, los que ya hubieran sacado canicas del rombo estaban también protegidos por ellas ya que cada canica en su propiedad era una vida y necesitaba tantos golpes del contrario como canicas tuviera más uno. Una vez sin contrarios, pasaba, el que quedaba vivo, hacer dueño de de todas las canicas del rombo. Aquí vale la pena decir que para pegarle a la canica del contrario bastaba con moverla aún pegándole a un objeto que la cubriera, estorbara, o estuviera cerca de ella.
Reglamento para poder sacar canicas del rombo: Cada uno tenía su turno como mencioné en un principio. Desde la salida, uno podía apuntar hacia las canicas del rombo y sacarlas. Para que éstas pasaran a tu arsenal de vidas, era necesario que salieran del rombo una distancia mayor a la de una cuarta, esto es: una mano extendida desde la punta del   dedo pulgar hasta la del meñique; del jugador, con la mano más grande, sin incluir la de quien las saco, las canicas que no rebasaran esa distancia se regresaban al rombo, era requisito también que quien hizo el tiro, su canica usada, quedara además en la distancia mencionada, caso contrario perdía el juego y las canicas, todas, aún las que ya hubiera sacado con anterioridad regresaban al rombo. Después de lanzar de la línea de tiro, los siguientes se hacían del lugar donde caía la canica de tiro. También es importante decir que el que sacaba, una canica o varias del rombo, podía seguir tirando hasta fallar, incluso hacerlo para matar contrarios. El ganador era el último que quedaba vivo.
Excepciones, cuando quedaban pocos con todas las canicas, se ponían de acuerdo y daban por terminado el juego con las canicas en su propiedad.
También ocurrían rebatingas donde los que perdían se enojaban y recogían sus canicas y se iban; entonces, todos corrían, haciendo bola para ganar el mayor número de  canicas que pudieran. Se terminaba el juego hasta la próxima ocasión, donde no permitían jugar a quienes hicieron la rebatinga.

Pues bien, ese era nuestro principal juego, tampoco hacíamos las tareas, ni le hacíamos caso a los gritos de las mamás, hasta la rebatinga o el final del juego; o, cuando una de ellas llegaba con el cinturón por uno de nosotros.

Ya habrá oportunidad de comentarles otros juegos.

4 comentarios:

  1. CUANDO ME HAGAS REIR CON TUS COMENTARIOS Y NOVELAS, entonces y solo
    entonces... voy a creer en TI... mientras tanto considero como al
    pozole, le falta cocimiento...!!! SALUD y mucha vida.
    P.D. Por que el Quijote de la Mancha fué´un èxito en su tiempo??? La
    razón es muy simple: porque hizo reir a la gente de Su Epoca... Hay
    que saber leer los vientos del cambio y utilizarlos en favor de las
    velas der Tu Nave!!!!

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    1. Si no te hago reír, es probable que existan dos opciones:
      a) que no es de tu sentido de humor.
      Sí no es de tu sentido de humor también tienes dos opciones:
      1) prende la televisión donde repiten los chistes que te hacen reír.
      2) sigue leyéndome probablemente alguna ves resulte divertido.
      Si me sigues leyendo también existen dos opciones:
      i) que te lo agradezca.
      ii) o que te aburras de lo lindo.
      b) que no es un chiste.
      Si no es un chiste también tienes dos opciones:
      1) que te rías de tu confusión.
      Si te ríes de tu confusión también tienes dos opciones:
      i) que ya te hice reír.
      ii) o que niegues el buen humor, sólo por llevar la contra.
      2) o que me contestes enojado esta respuesta.

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