sábado, 11 de agosto de 2012

Camino a xocomanatlán.



Todas las mañanas en el Este se ve brillando el lucero atolero, que es como se acostumbra nombrar aquí a Venus, su gran brillo sigue observándose aún cuando el cielo aclara, mañana volveré, como él lo hace, a caminar rumbo al poniente, siempre le gano, cuando regreso se apena tanto que su luz se apaga y ya no logro admirarlo. Mañana te daré otra oportunidad planeta brillante, parece ser que al menos a Júpiter ya estás por alcanzar, mañana lo comprobaré.
Este día no salió Venus, un nublado tupido no le permitió seguirnos la huella. Ahora para cambiar un poco el recorrido, nos fuimos en transporte desde la colonia PRD hasta Amojileca, de ahí caminamos catorce  kilómetros para llega a un rincón verde de la sierra madre, Xocomanatlán, un pequeño poblado metido entre los pliegues de las montañas que reverdecen gracias a los bosques de jóvenes coníferas. 


 Hicimos un modesto almuerzo a base de lácteos, y regresamos unos seis kilómetros hasta un terrenito del amable amigo Abel Pastor quien nos levantó para llevarnos a conocer su granja; donde cría conejos, cerdos y otros animales, además de elaborar Mezcal en temporada de secas. De ahí llegamos amojileca donde en casa del mismo amigo nos tomamos unas copitas de mezcal cortesía de él; ya tarde, regresé en transporte público a Chilpancingo, algunos se quedaron al festejo de uno de los compadres de los caminantes. Chilpancingo me recibió con torrencial aguacero por lo que no he podido apreciar a mi querido acompañante Venus.  
En esta ocasión tuvimos una gran caminata apreciamos paisajes interesantes, pero también fuimos testigos de cómo la moderna civilización se apropia de las costumbres y como los habitantes de las pequeñas comunidades se vuelven consumistas.
Les contaré algo que parece poco pero que significa mucho.

La tortilla es un alimento que desde tiempos precolombinos ya era básico para las familias mexicanas, cada familia sembraba su milpa, 

cosechaba, desgranaba, molía en el metate el maíz después de pasarlo por el proceso de nixtamal, posteriormente sobre un comal de barro calentado por un fuego de leña cocían las tortillas.

 Poco a poco cada proceso de esta costumbre se ha ido quitando o sustituyendo por otra según conviene a cada familia. Ya en las ciudades quien quiere comer tortillas va y las compra en una tienda, sin siquiera saber como o con que se hacen. Se preocupan más por el precio que por la calidad. A quienes nos gusta ir a pasear a los pueblos lo hacemos, en parte, porque podemos comer los alimentos tradicionales en su manera primitiva de elaboración. Las tortillas han ido pasando por un proceso de industrialización desde hace ya bastante tiempo, primero dejaron las familias de sembrar el maíz; optando por comprarlo o mendigarlo al gobierno en turno. Quienes elaboraban el nixtamal, dejaron de molerlo en su metate y acudieron a los molinos mecánicos.



Se dejó primero el comal de barro y se uso uno de lamina de hierro, después se eliminó la leña y se sustituyó por gas, después el proceso de hacer la tortilla con la mano cambio al del aparatito que las aplasta palanqueándolo, hasta terminar haciendo todo el proceso de elaboración de la tortilla, desde la masa, por una maquina tortillera. Ya no se hace nixtamal, ahora, se compra harina preparada industrialmente y de ahí pasa a la máquina tortillera.

Se entiende que todo lo anterior es válido si la calidad de la tortilla fuera la misma, que la primitivamente hecha a mano; o si el resultado fuese mejor, pero no es así, las tortillas de máquina son una porquería comparadas con las primitivas que llevan todo el proceso manual.
Algunas familias en los pueblos han sustituido algunos pasos que no afectan la calidad, como es el molido del nixtamal y el cambio de comal y combustible con que se cocinan.
Pues bien todo esto se los digo porque ahora que ya existe carretera hasta  Xocomanatlán, la señora que nos atendió amablemente para darnos de comer, viene a Chilpancingo por sus tortillas de máquina, ¿que les parece? fuimos hasta Xocomanatlán caminando catorce quilómetros, para comer tortillas de Chilpancingo, aunque tomamos leche de vaca de verdad y queso real también,  las señora amablemente también nos ofreció Coca Cola.
Ni modo, el mundo cada día se vuelve imperfecto, ¿o seremos los humanos los imperfectos?

2 comentarios:

  1. Indian calls druv star it always stay on north side in the sky and it brighter i love that star

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es la misma, está se mueve igual que el sol y la luna. Es el planeta venus. La que tú dices es la estrella polar.

      Eliminar