Los áfidos o pulgones, pequeñas
criaturas, que podrían ser una pesadilla para sus padres, si ellos fueran
humanos mojigatos, son asombrosos miembros de nuestro sufrido mundo animal.
Decía lo mal que harían sentir
a sus padres por el hecho de que estas hembras minúsculas pueden nacer
preñadas, se imaginan la encrucijada de los puritanos de esta sociedad,
inmediatamente harían una casería de brujas para descubrir al pederasta de la
familia que embarazó a la niña. Antes desde luego de indagar las cualidades
biológicas de la susodicha.
Estos pequeños habitantes de
nuestro planeta, viven parasitando las plantas, algunos son verdaderos enemigos
de los agricultores por la gran merma que hacen a sus cultivos.
Pero las características especiales
de estos pequeños seres no terminan ahí ya que también pueden reproducirse por
partenogénesis, como las lagartijas si recuerdan que una vez les platiqué, sí no,
les diré que son aquellos animales que pueden fecundarse así mismos y por lo
tanto no requieren al congénere de sexo opuesto.
Pero no queda terminado su
repertorio de curiosidades, resulta que acaban de descubrir, todavía a manera de
sospecha, que son los únicos animales que efectúan la fotosíntesis, o sea
aquello que las plantas hacen para convertir la luz del sol en alimento.
La parte mejor pero que
posible sea la peor, es la que estos animalitos pueden efectuar la fotosíntesis
y como consecuencia la producción de carotenos sustancias costosas y difíciles
de obtener, ocasionando codicia entre algunos científicos, que ahora buscar el
gen, del áfido, que hace que pueda efectuar la producción de carotenos y de esa
manera, patentándolo desde luego, utilizarlo para a través de ingeniería
genética hacer un transgénico que les permita de manera económica producir las
sustancias en mención.
En un mundo así, donde el
dinero dicta los usos y costumbres, ninguna otra cosa podemos esperar.
Greate and impressive post
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