jueves, 19 de septiembre de 2013

Manuel y su pareja Ingrid una danza macabra.

foto de Kenway L. Kua


Un pequeño suspiro de la naturaleza y pone a los hombres, como especie, a preocupar. Nuestro ya miserable estado que ha sufrido la burla de gobernantes, el azote de las mafias del crimen, también ha sufrido la displicencia de todos sus habitantes. Un territorio que así como a sus habitantes los han explotado y burlado así también su entorno ecológico ha sido víctima de la explotación desmedida: burlado y explotado.
Solamente hizo falta un pequeño fenómeno natural para recordarnos que la naturaleza no perdona, que todos los actos que hacemos en contra de ella; nos lo devolverá con destrucción y muerte. Así que la tormenta Manuel se puso a efectuar una danza macabra sobre el territorio mexicano con su compañero Huracán Ingrid.
La incompetencia del que gobierna México quedó demostrada en las obras mal efectuadas, ciudades mal planeadas que han crecido estúpidamente sin ningún proyecto ecológico inteligente, que han sido construidas más por intereses monetarios de quienes gobiernan y sus socios.
Los gobernantes previendo todo los argumentos que llegarán, una vez que pasen los momentos más críticos del evento, empiezan a justificar lo sucedido. Así, los más altos jerarcas hablan de un meteoro único en la historia, otros mencionan lo sucedido; comparándolo, a una catástrofe[1]. Mensajes intencionales para justificar su pasado y proyectar su futuro. ¿Catástrofe: construir a orillas de las barrancas, talar árboles a diestra y siniestra, construir un bulevar en el lecho de un río? ¿Meteoro único: Talar cerros completamente, abrir caminos sin la previsión adecuada, romper montañas para sacar minerales a discreción, enviar gases de efecto invernadero porque todos tenemos o queremos tener un auto? La consecuencia, de una actitud displicente e irresponsable, trae consecuencias. Lo de ahora es solamente eso, consecuencias de nuestra soberbia como “creación de Dios”
En cuanto a la actuación de los gobernantes, en el momento, se muestra superada. Preparados para robar presupuestos y recursos naturales organizar elecciones fraudulentas; ahora, se muestran incapaces hasta de organizar una cuadrilla, se acercan a los lugares accesibles en sus vehículos para tomarse la foto, asisten a los medios, a los pocos medios que tuvieron la delicadeza de comportarse a la altura del momento, a dar recomendaciones; qué, por el solo ruido de la lluvia, todos tendríamos que tomar.
El ejemplo más patético es la visita del espurio al puerto de Acapulco después de disfrutar su  reventón y presenciar el desfile de sus esbirros en la capital. Presentándose, circulando en un vehículo militar, saludando a los porteños, dando indicaciones a sus secuaces de ayudar a los turistas varados, en un lugar donde lo que sobra son albergues. Acapulco es la ciudad, después del D. F., con mayor número de hoteles, mientras en poblados completamente destruidos no llega ni una manta para auxiliarlos argumentando razones que sólo muestran lo poco previsores que son y lo verdaderamente desinteresados por la población del interior del estado.
El colmo de todo fue la suspensión de las comunicaciones para móviles y largas distancias en teléfonos fijos. Lo inconcebible, la interrupción de Internet de la empresa que presta el servicio a la mayoría de los mexicanos, que aunque suene raro, no debería nunca quebrarse dado su diseño de origen, pero resulta posible en un medio corrupto donde el  servicio es proporcionado por un particular a quien sólo le importa el dinero, quien no conservó las características técnicas que deben tener las redes.
Las víctimas siempre resultan ser aquellos que no tienen que ser. Los automovilista que tanto dañan al clima con la emisión de gases contaminantes, los gobernantes que no hacen su trabajo, los perversos aliados del poderoso que engaña a la población, los delincuentes que asolan a la población, éstos no salen afectados incluso serán beneficiados con las acciones posteriores al evento.
Los medios serviles a su ungido, se encargan de hacer ver a todos sus secuaces que son unos grandes servidores del pueblo, mostrándolos diciendo cifras millonarias de las ayudas que mandan; pero sin mostrar a la población afectada que no recibe nada. Preparan imágenes donde los gobernantes inútiles se miran como grandes salvadores, con comentarios de actores preparados para bendecirlos y admirarlos. Los siempre miserables de Guerrero tendrán que volver hacer su vida rascándose con sus propias uñas; algunos,  otros regresar a la fila de borregos que venden su voto a cambio de prebendas para medio vivir, o cualquiera de las otras opciones como las filas del crimen o la emigración.
Se cree pero ya suena exagerado, que la suspensión de la gran red fue con el propósito de no sacar en el momento los actos de desatención a los damnificados y que así los siempre corruptos gobernantes se queden con todo el dinero que para estos casos dispone el presupuesto. Todo es posible en este país de los imposibles.

Como último y muy importante es reconocer a la multitud de personas de diferentes partes del estado indistintamente de sus trabajos puesto o poder, que se prestaron a auxiliar a los damnificados desinteresadamente, incluyendo algunos soldados y policías, que más por su calidad humana que por su puesto prestan ayuda a las personas necesitadas. Sobretodo fue interesante observar que la única estación de radio que estuvo sirviendo de enlace a todos durante el momento más crítico de la emergencia fue la de la Universidad Autónoma de Guerrero.

http://www.jornada.unam.mx/2013/09/24/ciencias/a02n1cie
http://www.jornada.unam.mx/2013/09/24/politica/011n1pol
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2013/09/24/index.php?section=sociedad&article=003n1soc



[1] Acontecimiento imprevisto y funesto.

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