Vivo en un lugar especial, para un comentario que quiero hacer. Decía que mi tierra natal es especial ya que los poblados a su alrededor son fabricantes de mezcal, para aquellos que ignoren lo que significa, pues les diré que es una bebida alcohólica sacada de un agave que lleva el mismo nombre.
Ahora les diré que por lo
mismo deberán entender que no es raro que quienes vivimos aquí le entremos,
algunos a veces y otros siempre, a las bebidas alcohólicas. Como en todo,
siempre despreciamos lo propio considerando que es de baja calidad, el mezcal
no es excepción, y consumimos lo ajeno pensando que es fino. Pero de una u otra
manera tomamos.
Hace algunos años por ahí de treinta
yo dejé de beber alcohol, cosa que socialmente me acarreó algunos problemas,
resultaba que quienes me invitaban a sus fiestas se molestaban porque me negaba
a tomar, no me importó y así estuve veinte años.
Recuerdo una anécdota donde en
una reunión en la que me ofrecieron una copa y me negué, uno de los presentes
me cuestionó del porqué lo hacía, le contesté que era porque me emborrachaba,
apenas lo dije y todos los presentes me miraron estupefactos sin decir nada
más, yo no entendí el por qué, en ese momento, ahora comprendo que fue porque ellos
es para eso que toma; para emborracharse, aquí de eso se trata.
Bueno termino con lo
anecdotario y entro en cuestión, prometiendo que quizá se la última vez que lo
haga sobre este tema, ya que con él parezco como cuando no bebía o sea solamente
yo estoy interesado, en esto de lo que voy a volver hablar, del calentamiento global.
Fíjense que después de leer la
noticia aquella del volcán de manguera, con el que pretenden enfriar la tierra,
a mí se me ocurre algo igual de jalado pero más eficiente.
Se los platicaré. No se si conozcan
algo llamado hielo seco, aunque lo conozcan les diré: no es otra cosa que el bióxido
de carbono (CO2) sólido, sí, en forma de hielo, solamente que en lugar de agua
utilizan CO2. Ahora bien, existen muchas empresas que se dedican a obtener CO2 y
licuarlo para fines diversos entre ellos el hielo seco, también existen
aquellos que han inventados procedimientos para que al momento de que la
industria genere CO2 éste se atrape y se licue para su uso posterior.
Pues como pueden ver aquí está
la solución, una sería: ya atrapado y licuado, que los industriales ensuciadores
del planeta lo compren en proporción a la cantidad que generan, más, un tanto más por el que ya generaron,
para guardarlo y no regrese a la atmósfera.
Obviamente esto ocuparía mucho
espacio de almacenamiento, para evitar esta molestia y al mismo tiempo ayude al
enfriamiento del planeta sugiero que se lleve a la antártida y se convierta en
hielo seco, se pueden hacer en forma de bloques de construcción y con ellos construir
el gran monumento a la salvación del planeta.
Parece de broma, pero les aseguro
que funcionaría, si hacemos algunos cálculos para saber que tanto tenemos que
mandar a nuestro polo sur. También se necesitará algo de creatividad para
mantenerlo a temperatura correcta para que no se sublime.
Por mientras no sería malo que
todos compráramos un extinguidor de CO2, para la casa, casi no se ocupan pero
pueden ser útiles en momentos importantes. Cuestan relativamente poco. Calculen
cuanto CO2 estaríamos atrapando si cada casa del mundo tuviera uno.
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