Mientras existen
animales que, con acciones no deliberadas del hombre, se están extinguiendo; por
otro lado hay aquellos que ni al propósito puede uno deshacerse de ellos.
A la casa, ya tiene
como treinta años que llegó una especie de hormiga; conocida vulgarmente como
hormiga faraón. Al principio andaban entre los libros, no entiendo como se
enteraban cuales eran los menos leídos, porque los escogían para detrás de ellos
crear su colonia. Se daba uno cuenta que existía la colonia cuando de repente
sin decir va, se veía la habitación plagadas de hormigas con alas, a este
suceso se le conoce como vuelo nupcial. Esas hormigas son los zánganos y las
reinas buscando aparearse para formar otras colonias. Pues bien, la mejor
manera que encontré para controlarlas, era localizar la colonia y sacarla al
jardín. De esa manera dejaba uno de verlas por algunos meses.
Nada parecía problemático
mientras ellas hacían sus colonias en los libros, ya que el mayor daño era
manchar el mueble con una cera que producen; que incluso mejoraba en algo la
madera del mueble.
Dejaron los libros,
quizás fastidiadas de que las desahuciara, y se mudaron a un mueble del baño;
de donde no he podido sacarlas, debido a
que la única manera sería destruyendo el mueble. Así es que en este caso tengo
que fumigar el baño de vez en cuando para controlarlas.
Ya teníamos algunos
años tranquilos. Quiero explicarles que en mi casa no son las únicas hormigas
que me acompañan, existen al menos unas seis variedades identificadas, pero
entre ellas se dan duro y no causan muchos problemas. Solamente a veces cuando
se le suben a uno y se siente la molestia o cuando se deja a los alimentos descubiertos
y los encuentra uno plagados.
Como les decía: ya
no veíamos faraonas, hasta que de repente las muy atrevidas empezaron a volar
en la sala. Caray, si se lo permitimos después me cobrarán renta; no, ahora si
que se mueren y diciéndolo empecé a apachurrarlas, pero no logré encontrar la
colonia, seguían apareciendo y yo matándolas y buscando donde podrían estar.
Así estuvimos un tiempo hasta que un domingo que íbamos a ver una película,
casualmente una que nos recomendaron como buenísima, y que se nos quemaban las
habas por verla, y ¡zas! que el DVD no funciona. Ha de ser pirata dijo uno de
mis hijos. Todas son pirata que le digo, solamente que unas permitidas y otras
no. No descartando que el problema fuera
de la película probamos con otras que ya habíamos visto; para ver que
resultaba. Y resultó que nada, nada de nada; el DVD había tronado. Que bueno
que sé algo de reparaciones; así, que aplicando todos mis conocimientos, de
cómo quitar tornillos a los aparatos electrónicos, que empiezo, todavía no
quitaba el primero cuando ya empezaban a salir un endemonial de hormigas del DVD.
Mi señora voló por
la aspiradora y que empieza a succionarlas, caray, el DVD no medía ni lo de una
caja de zapatos, y salían hormigas como Chinos. (Muchísimas, como hay Chinos,
no se vayan a sentir mis camaradas de por allá).
Terminé de abrirla
y sorpresivamente encontré una magnífica metrópoli, pero de hormigas, caray que
buenas son para construir en áreas pequeñas, en proporción, nosotros
necesitaríamos una cantidad inmensamente mayor de espacio para el mismo número
de individuos.
Me sentí como los
españoles cuando llegaron a la Gran Tenochtitlan, pasmado, he igual que ellos
le di en la madre a la colonia. Casualmente el DVD no funcionaba porque la cera
que producen y sus huevos y larvas bloqueaban el mecanismo del disco no hubo
falsos contactos porque la cera es aislante y las muy abusadas aislaban todo su
recorrido para no recibir descargas. Un mundo nos vigila, que tiempo que
llegaron los extraterrestres y ya nos están invadiendo.
Con todos mis
remordimientos posteriores, por un tiempo nos quedamos sin nuestras compañeras,
caray que industriosas son que ordenadas y que persistentes y valientes, no
median al enemigo. Unas atacaban mientras otras trataban de salvar a sus crías,
nunca se vio que quisieran tregua o que tuvieran duda de lo que hacían, hasta
morir todas.
Unos años después
hubo otro suceso similar, pero ahora fue en la tarjeta madre del refrigerador.
Es increíble como encuentran por donde meterse a lugares que necesita uno
quitar muchos tornillos para llegar a donde ellas ya están.
Les dejo el suceso,
para cuando vean volar hormigas faraón empiecen por revisar sus
electrodomésticos.
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