Me senté a comer hoy
como cualquier otro día, desde que nací
hasta ahora siempre ha habido que comer, más o menos pero siempre hay comida,
durante ese tiempo también siempre he oído que esto y aquello se hace para
disminuir el hambre en el mundo; desde luego que es verdad, al menos para
quitar la mía, luego me dije, caramba que preocupados son los investigadores
del hambre que traigo, pero fíjense que no es de la mía de la que hablan sino
que de la del mundo. Pero… ¿cuando inició el mundo a comer?, o mejor dicho
¿desde cuando tiene hambre?
Ya sé, ya sé que existen
individuos en algunos rincones del mundo en donde la carencia de comida es
significativa, que además durante algunos conflictos la población de esos
lugares mueren de hambre, principalmente los niños, sí lo entiendo.
Sin embargo es muy curioso ver
como aquí en mi pueblo las personas comen a todas horas, además de que cada día
engordan más que los marranos de mi amigo Toño, que los tiene en engorda a
fuerzas.
En las fiestas, que son
frecuentes aquí, podrá notarse como quedan los platos repletos de comida que
los comensales desairan, por causas fútiles. Pero esto no es de ahora, ya desde
niño me contaban como personas que habían sufrido hambrunas, a la hora de ir a
comer, aún bajo la abundancia, eran muy cuidadosos de no desperdiciar nada.
Recuerdo que mi padre no nos permitía desairar nada una vez estuviera en
nuestro plato, se comía; cuidado de pedir más y después dejarlo, entonces no
había leyes de protección a los menores, desobedecer significaba una azotada de
video de youtube.
Pero en nuestro pueblo el
desperdicio va más allá de lo que se queda en el plato, una vez que esto llega
a la basura termina enterrado en un basurero de relleno sanitario y lo que no
quedó en el plato termina en el río de una barranca. Ahora ya, dizque
construyeron un tratador de aguas negras, pero no existe ningún proyecto para
aprovechar todo el desecho orgánico que llega ahí.
¡Hay fuchi! diría una de mis
vecinas cuando le platico como hago la composta y con ella fertilizo mis
frutales, ¡¿y se come las frutas abonadas con esa cochinada?!, así está convirtiéndose
la población, cada día se aleja más de la naturaleza.
Recuerdo en 1976 que entré a
mi primer trabajo, una de las chicas que estaba en el mismo espacio me ofreció
un café que preparaba con el conocido noescafé instantáneo, le agradecí
diciéndole que yo prefería el café de grano, un compañero que estaba presente
quedó sorprendido de lo que dije y me estuvo interrogando para saber de que estaba
hablando, por la conversación que tuvimos comprobé, que él ignoraba que el café
se obtenía de una planta y que el instantáneo, si tenía suerte, podría ser un
derivado de aquella planta. Con este compañero fuimos a comer a un
restaurante donde en la carta, un jugo natural de naranja elaborado en el
momento costaba lo mismo que una soda embotellada, yo pedí un jugo y él la soda,
le mostré que costaban lo mismo, luego le pregunté de por qué no pedía el jugo
natural que era más sano, nutritivo y al mismo precio, me contestó que la soda
era más sabrosa.¿?
Entonces pensé que algo
sucedía, me di cuenta que yo estaba en una ciudad donde los medios masivos ya
tenían muchos años de imponer conductas, por otra parte yo llegaba de una
provincia donde estos medios apenas hacían de las suyas, después de tantos años
queda comprobado, mi pueblo está en las mismas condiciones que aquellas
personas, pocos saben aquí de la comida natural y así es como prefieren las
porquerías envasadas por considerarlas mejores, debido a la influencia de los
medios. Sin dejar fuera muchas otras conductas que han inducido en mis vecinos,
haciéndolos unos consumidores voraces y desperdiciados.
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