Podrán algunos pensar que la
rana (Ranidae) es la hembra y el
sapo (Bufonidae) el macho,
pero les diré que no es así, aunque ambos son del mismo orden (Anura) no son de la misma familia.
El otro día platicando con mi
amigo Jaime, a quien le encantan los retos intelectuales, le tiré la pregunta
de que sí sabía como diferenciar una rana de un sapo. Él, muy sabio, sin dudar,
empezó diciendo que las ranas tenían la piel licita y los sapos rasposa, me
imagino que pensó que era como en el hombre y la mujer, donde ella, mujer,
tiene su piel suave y tiernita; mientras que él, hombre, correosa y
peluda. Pensando que estaba en la misma
duda que muchos, le interrumpí y le dije que la diferencia es que la rana tiene
dientes y el sapo no.
Inmediatamente repeló diciendo
que él no había tenido la curiosidad de fijarse en eso. A lo que le contesté:
que no, porque nunca has estado necesitado, ni tuvo necesidad de andar
vendiendo cepillos de dientes; de casa en casa, como yo; que fue como descubrí
que las ranas tienen dientes y los sapos no.
Pues bien aunque esa es una condición
de la mayoría de las ranas y de ningún
sapo no es suficiente ya que existen especies de ranas que no los tienen. No me
vayan a salir diciendo que las ancianas; no, existen algunas que son chimuelas
por naturaleza.
Realmente, los sapos, tienen
verrugas y las ranas no, por otro lado las ranas tienen finas estrías, que
recorren la espalda, que los sapos no tienen.
Además; y como colación,
nuestros candidatos o sus candidatos ya que míos no son, parecen sapos; bueno,
algunos ranas porque sonríen siempre mostrando sus blancos dientes; pero,
aunque tienen dientes como las ranas, a ninguno de los presidenciables se le ve
colmillo.
Para concluir, quiero decirles que estos animales, la rana y el sapo, son magníficos insecticidas.
Para concluir, quiero decirles que estos animales, la rana y el sapo, son magníficos insecticidas.
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