Varios charcos de sangre,
sobre ellos cadáveres inmóviles, impasibles, caídos; tirados, ¿sabrá como fue?,
¿quienes son?, ¿quienes lo hicieron?. Día a día aparecen como chicatanas tirados por doquier, probablemente ya somos eso, una
sociedad de insectos donde la reina pare, las obreras trabajan y los zánganos
mueren después de su noche nupcial. Ésta es la vida en Guerrero.
Pero nada sucede para aquellos
que no son víctimas, estos se divierten
con el debate y las elecciones; algunos; otros, con los partidos de la
selección de fútbol. Las novelas ahora son poco concurridas, pero en las redes
sociales la vida en rosa continua, baby
fruit salad, el facebook es como
el refri, nacen los apasionados,
algunas personas desean ser: rico bonito; yo solamente quiero ser feliz… así
continúan los shares y los twitters.
Las autoridades preocupadas,
pero no de los crímenes ni siquiera de los candidatos políticos caídos, mucho
menos de los criminales que al parecer es sólo un resfriado temporal. Nuestros
gobernantes están preocupados por juntarles dinero a los candidatos para que
mejoren en las encuestas o para no caerse de su posición. Su gallo deberá de
ganar; para unos, porque significa su futuro en la política; para otros, porque
tiene que cubrirle sus derroches. Esto último, realmente no lo creo porque
existen en la historia de México,
pocos prisioneros políticos, pero me refiero a verdaderos político, de esos que
roban a diario del erario.
Los ministerios en lugar de
hacer averiguaciones previas, se visten de morgue, todos los días, solamente
para recibir y entregar cadáveres, nadie es detenido, nunca una declaración
denunciando a los criminales, solamente los rumores de las masas, que se
refieren a aquellos acusados por los medios “El Crimen Organizado ¿?”
Inicia la lluvia los charcos
de sangre se diluyen, los pocos que aun cultivan lo permitido, exigen
fertilizantes, semillas, créditos; esperando una pobre cosecha para un año más
de crímenes; un año más, como todos los anteriores de gobiernos traidores,
corruptos, incompetentes y ladrones.
Ya dejó de llover, esperaré
que el clima mejore.
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