jueves, 7 de junio de 2012

La telenovela del Peje, que no es lagarto.



Aunque uno no quiera, las campañas le llegan por todos lados. Hoy en la mañana al despertar abrí mis ojos y frente a mí en el techo de mi cuarto estaba un gran espectacular del bello Peña, parpadeé espantado tapándome con la sábana,  al abrir los  ojos bajo ellas me di cuenta que en la tela estaba la sonriente dama del PAN, me revolqué con los ojos cerrados en la cama; después, prontamente que me levanto y al volver abrir los ojos ahí en la pared estaba el Peje, volví a cerrar los ojos, al abrirlo mire hacia el reloj;  la carátula, faltando dos minutos para las doce,  adornada con el de bigotito de Charles Chaplin o sea  Quadri. Que cierro nuevamente los ojos quedándome dormido hasta pasado unas horas que desperté y me di cuenta que sólo había sido una terrible pesadilla. Revizo a tientas para ver sino me había orinado del susto, todo bonito, que me levanto.
No se si la sufrí porque me tomé un vaso grande de leche en lugar de uno mediano o porque ayer todo el día se estuvo hablando de la presentación del Peje en Televisa.
Para aquellos que lo ignoren, probablemente en el extranjero, el Peje es el candidato a la presidencia, de la izquierda; y Televisa es el monopolio televisivo de México, quien camina de la mano del que mejor le paga.  Existen rumores no confirmados que en esta ocasión es uno de los candidatos de la derecha quien lo hace.
Pues bien preocupado por estar al tanto anduve hurgando en la red para ver si localizaba la grabación del programa, ya que ahora nadie habla de otra cosa que de eso. Para no sentirme tan ignorante, doblegando mi orgullo acudí a este tema electorero.
Resulta que sin irle al Peje, digo que este señor rebasó por mucho a sus fiscales, y me disculpen que les diga fiscales, pero dedicaron costoso tiempo de televisión a repetir las acusaciones que ya le han hecho durante diez años, de las que todo México sabe se las hacen y que no tiene caso hacerlas porque ya está inmune a ellas. Por la otra parte, él les quitó la palabra y aprovechó para hablar también de lo que siempre ha hablado, pero no precisamente ante tanta audiencia como fue este día, además de temas que adoran los televidentes que se hable, el final de toda telenovela, o sea donde a la niña pobre le va bien..
Es increíble que una empresa que maneja millones de pesos, tenga personal tan incompetente para lograr sus fines, limitándonos a este caso exclusivamente. Realmente podrían haber retroalimentado al entrevistado para hacerlo resbalar y una vez en el suelo hacerlo pedazos; pero no, no supieron ni siquiera hacer una entrevista profesional. Sino hubiera sido por el carisma del entrevistado, creo que ni audiencia hubieran tenido.
Tal vez esa fue la verdadera intención no hacerlo resbalar, ya que la televisora está viendo en este personaje a su próximo patrón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario