Mientras nuestro
gobierno y los medios se la viven poniéndose de chivito al precipicio a los
intereses norteamericanos, sobretodo en lo referente a las copias piratas de películas.
Los grandes de Hollywood no se tientan el corazón ni se denuncian por piratearse
las historias de los verdaderos creadores.
Hace apenas unos días en Acapulco la policía federal incautó "millones" de películas piratas a vendedores
ambulantes para “destruirlas”, esto de destruirlas lo pongo entre comillas,
porque comentan por ahí que algunas de ellas terminan en las casas de los
mandos y submandos de las mismas personas que efectúan el cateo; dicen los
malos, o sea los incautados: que también algunos las confiscan para pasárselas
a sus familiares que también se dedican a la venta de material corsario. Pero
no debemos confiar en lo que dicen aquellos que se dedican al comercio ilícito,
ni mucho menos a declaraciones de gobiernos
espurios y ni que decir de medios entregados a quienes por siempre han fastidiado a los mexicanos. Son perversos y seguro que mienten ambos tres.¿quien dijo esto antes?
En el primer mundo
las cosas suceden al revés, resulta que en NY una monja está demandando a Disney y Sony por plagio, caramba quien podría pensar que empresas tan santas y legales
pudieran cometer actos propios de tercermundistas. Obviamente esta noticia no
la podrán escuchar en nuestra televisión abierta.
Este mundo es
especial en todo, lo que en el pobre es atraco en el rico are business.
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