martes, 22 de noviembre de 2011

Teatro en Michoacán.


Nuestros políticos si que saben hacer mitote. No les importa que tantas barbaridades digan con tal de darse a conocer y seguir en bambalinas.
No me gusta hablar sobre elecciones porque todos sabemos que son un teatro, ahora las de Michoacán vuelven a demostrarlo a creces.
Resulta que perdieron los que ostentaban el poder en esa entidad y también perdió la carnala del espurio, eso fue; junto, a que ganaron los dinosaurios revolucionarios, para que empezaran los diretes. Y para estar a tono con su hermanazo del alma, la candidata del PAN, acusa a los del PRI de que usaron al narco para ganar las elecciones. Hasta aquí le paro, porque esto ya se pasa de jalada.
Ningún partido desde que empezó la droga a ser ilegal ha ganado una contienda sin la participación del narcotráfico, más bien dicho de los narcotraficantes.
Les diré por qué: el artículo 34 de la Constitución de la República Mexicana[1] claramente dice quienes son ciudadanos. Y todos deberíamos de saber que solamente los ciudadanos tienen derecho a votar; pues ahora dígame: ¿que narcotraficante tiene un modo honesto de vivir?
También dígame: ¿cómo podemos saber quienes de los que votan son narcotraficantes? Si lo saben: ¿Por qué no los atrapan?
Entonces está más que demostrado que todas las elecciones son inválidas; al menos que durante las elecciones dedicarse al narcotráfico sea legal. O que estemos seguros que ningún narcotraficante vote, que lo dudo.
Como ven esto de las elecciones es un espectáculo que nos cuesta carísimo, que no mejora en nada al país y además es un espectáculo, que por lo menos a mí, no me divierte, me da tirria, es más apesta a muerto. 






[1] Artículo 34. Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos:
I. Haber cumplido 18 años, y
II. Tener un modo honesto de vivir.

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